martes, 2 de agosto de 2011

Problemas y soluciones: caminos contrarios

Los problemas son parte de nuestra vida. 
Los problemas, por sí solos, no provocan automáticamente el sufrimiento. Si logramos abordarlos con decisión y compromiso, si logramos centrar nuestras energías en encontrar una solución, el problema puede transformarse en un desafío. Solemos quejarnos diciendo: ¡No es justo! Pero... ¿dé dónde sacamos nosotros que lo natural es la justicia? De hecho no lo es. No es justo que los ríos se desborden y arrasen construcciones hermosas. No es justo que las erupciones volcánicas sesguen cientos de vidas. No es justo que un incendio forestal termine con la existencia de miles de animales. No obstante, si nos quedamos en el pensamiento o en la queja de lo que es justo o injusto, añadimos un ingrediente de malestar y de distracción. Así, pasamos a tener dos problemas en lugar de uno. 
 Jorge Bucay “el camino de la felicidad” 

2 comentarios:

  1. Tienes toda la razón Gema. De hecho, hace tiempo que aliminé la palabra problema de mi vocabulario. Lo aprendí de Antonio y ahora solo tengo retos y desafíos.
    Un besito

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